lunes, 29 de octubre de 2012

Fondo de alacena. Lipton herbal infusion, Temptation Fruits


No os asustéis por el título en inglés! Es que el nombre del producto es ese. Suena super fashion de la vida, pero es una simple infusión de frutas rojas.
Si hay algo que no falta en nuestro piso son las infusiones. Tengo una colección de infusiones de todos los tipos en uno de los estantes de la cocina, porque en la variedad está el gusto.

Una de mis infusiones favoritas es ésta, y la conocí a través de nuestra compañera de piso Celeste, el año pasado. Es de la marca Lipton y suele ser bastante fácil de encontrar en los supermercados, por un precio de unos 2 € y algo (si un poco cara) . Pero ojo al dato, en el Alcampo lo encontré a 1.70 y pico o así. (hay que andar al loro de los precios en los diferentes supermercados).
Vienen 20 bolsitas en la caja. Las bolsitas son de diseño piramidal exclusivo de la compañía, o así lo venden. Este diseño, por lo visto, permite que las hierbas se infusionen mejor al tener más espacio.

La infusión contiente escaramujo, hibisco, moras, frambuesas y fresas. En sus debidas proporciones y esas cosas. Tiene un tiempo de infusión entre 4-5 min. No tiene teína (perfecta para tomar por la noche). Su sabor es dulce y fresco, gracias a la combinación de las frutas, y su color rosa intenso. Yo no suelo echarle azúcar a las infusiones, y ésta es de las de tomar sin azúcar.


Aquí os la dejo, ahora probadla si queréis. )

lunes, 22 de octubre de 2012

Empanada de pollo, champiñones y parmesano

Aquí os traigo, gordos hermosos, una de las más mejores recetas de mi señora hermana. Es una empanada de pollo, champiñones y queso parmesano que siempre arrasa en las merendolas que hacemos en fechas señaladas, como cumples y cosas así.

Esta receta es muy fácil de hacer, porque se hace con masa de hojaldre, y como somos todos unos vagos no nos matamos a hacerla casera, ¿verdad? Es mucho más fácil y rápido comprarla ya lista (aunque no descarto algún día atreverme a hacer el hojaldre yo misma).

Pues amigos, lo que se necesita para hacer esta empanada es: unas pechugas de pollo cortadas en taquitos, champiñones y queso parmesano (las medidas no os las doy, que me da pereza, calculad a ojo y con sentidiño, y ya está). 
Cocinamos los champiñones con un poquito de ajo en una sartén con aceite. Cuando estén un poco pochaditos añadimos el pollo salpimentado, y con otras especias si nos apetece. Dejamos que se cocine el pollo, cuando está todo listo, añadimos el queso parmesano al gusto. Opcionalmente, mi hermana suele añadir una cucharada de tomate frito al pollo. 

Pues el pollo está ya cocinado. Sólo falta montar la empanada. Necesitamos dos placas de hojaldre. Estiramos una de ellas sobre una bandeja de horno, ponemos el pollo con champiñones sobre ella y tapamos con la otra placa de hojaldre. Cerramos los bordes, pinchamos con un tenedor la superficie de la empanada y pintamos con huevo.

Está la empanada casi lista! Sólo falta meterla en el horno (siempre precalentado, siempre) a unos 200º. Tiene que hornearse sobre una media hora, hasta que la masa esté crujiente y tenga un color doradito delicioso.

El triunfo está asegurado con esta empanada!


martes, 9 de octubre de 2012

Fabas con tomate

Las judías/fabas/habas/frijoles/etc. (cuántos nombres tienen, ah dios!), son una legumbre muy común. Normalmente solemos comerla en fabada, en el cocido o en un guiso, especialidad de mi madre.
Sin embargo, las fabas son una legumbre muy versátil, lo único es que no somos capaces de ver sus muchas posibilidades.
Este fin de semana apañé unas en el huerto familiar, decidida a hacer alguna receta con ellas. Tras investigar un poco en la web, decidí hacerlas con tomate. Para que os hagáis una idea, esta receta nos da un plato muy parecido a las baked beans, típicas del desayuno inglés. Ya veréis luego ;)

Esta receta se hace en dos fases. Primero tenemos que preparar las fabas y luego tenemos que hacer la salsa de tomate.

Las fabas tendremos que ponerlas a remojo entre 6-12 horas, si las que vamos a usar son secas, explicándonos, de las que compramos empaquetadas en el super. Sin embargo, en esta ocasión, como usé las fabas frescas no me fue necesario remojarlas.
Una vez remojadas las habas, las colocamos en una olla con suficiente agua y ponemos a hervir. Tardan en hacerse cosa de 1 hora, más o menos. Debemos cocinarlas a fuego medio, mantendiendo el agua burbujeando, sin hervir del todo. Hay que ir comprobando que no les falte agua, y echar más si vemos que hay poca. Durante la cocción añadiremos sal y hierbas arómaticas, si nos apetece. Una vez pasada la hora comprobamos si están las fabas listas. Para comprobarlo yo saco una faba y la aplasto, si se deshace con facilidad es que está hecha.
Si éste es el caso, apagamos el fuego, apartamos la olla y dejamos reposar un ratito.

Para la salsa de tomate. Empezando, corté dos tiras de bacon en cubos y los freí un ratito en una pota con un poco de aceite.
Luego añadí una cebolla picada y dos dientes de ajo.
Mientras se dora la cebolla, se trocean unos tomates (yo usé unos 5 más o menos), y se trituran con la batidora (o los dejamos enteros, si se prefiere).
Una vez que la cebolla está bien dorada, añadimos el tomate triturado y dejamos cocer hasta que reduzca la salsa, a un fuego medio-bajo.

OJO! Como usé bacon para esta salsa no me fue necesario echar sal, también prescindí de la pimienta u otras especias. Pero si vais a hacer la versión vegetariana, tendréis que añadir sal a la salsa, y especiar al gusto.

Una vez listas las dos partes del plato, chan chan chan! las unimos. Vertemos las fabas en la salsa, removemos bien, ponemos el fuego medio tirando a bajo y dejamos cocer durante media hora más, más o menos.


Es un plato bastante elaborado, y lleva mucho tiempo hacerlo (como unas 2 horas y pico) pero ciertamente vale la pena! y para ser la primera vez que me atrevo con las legumbres, no quedó nada mal.
 Para hacer una versión más rápida supongo que se podría calentar un poco de tomate solís y luego añadir las habichuelas ya cocidas. O más aún, comprar una lata de baked beans y vía, pero así perdería toda la gracia.
Recién hechas están ya buenas, pero seguro que para la cena de hoy, o para mañana estarán mucho mejor.