jueves, 6 de octubre de 2011

Pollo recubierto de pimiento.

O pimientos rellenos para los que les gusten las denominaciones tradicionales.

Hoy os traigo, entonces, los pimientos rellenos que hice el otro día. Tenemos un montón de pimientos en casa y algo hay que hacer con ellos antes de que se pudran. También tenemos, cortesía de la familia, un montón de pechugas de pollo en la nevera. Así que, echándole imaginación me marqué estos pimienticos.


Lo primero es preparar el relleno: cuatro pechugas de pollo cortadas en cubos (o algo similar) y cubrir de sal y pimienta, bueno, cubrir no, echarle lo suficiente para darle algo de saborcillo. Apartar y preparar el sofrito: en una sartén calentar aceite y dorar un diente de ajo troceadito, media cebolla y medio pimiento de chilli (de los que me dio mi prima el otro día, pequeños pero matones oiga). Cuando está todo doradito se añade el pollo y un tomate, por eso de darle colorcillo. También mola echarle orégano (cómo me gustan las especias!).

Por otro lado, coger los pimientos que vamos a rellenar, cortarles la parte de arriba como si fuese una tapa y vaciarle las pepitas (¿eso se come?). Una vez listos los pimientos les untamos un poco de queso Philadelphia por dentro y rellenamos con el pollo (o de lo que hayamos preparado, como si nos apetece rellenarlos con queso solo). Tapamos los pimientos con la tapa que le cortamos, colocamos en una bandeja engrasada con aceite y 1 hora al horno a fuego medio.

Voilá! Mi primija me declaró todo su amor cuando llegó el otro día de clase y se encontró con estos pimientos rellenos. Qué rico!!!

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