Sin duda, una de las cosas que más me gusta comer cuando voy a Asturias (o cuando nos mandan queso de Cabrales nuestros embajadores en el Valle del Turón) es esta delicia que podéis ver.
Los escalopines son filetes de ternera empanados con huevo y harina y fritos, vuelta y vuelta. Pero lo mejor de este plato no son los filetes, que son un mero soporte para la SALSA.
La salsa se hace con media cebolla bien picada y sofrita, a la que le echamos algo así como un vaso de nata y queso de cabrales, poniendo más o menos según nos guste más o menos fuerte. Se deja al fuego un ratín y ya está.
Lo dicho, los que nunca probasteis este plato ya estáis tardando en ir a Asturias a probarlo, o en su defecto intentar hacerlo en vuestras casas.
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